Las protestas estallaron después de que los legisladores dieron su respaldo inicial a la ley, que según los críticos representa un giro autoritario y podría perjudicar el intento del país de unirse a la Unión Europea.
Hablando en Berlín el martes, el primer ministro georgiano, Giorgi Garibashvili, reafirmó su apoyo a la ley y dijo que las disposiciones propuestas sobre agentes extranjeros cumplen con los «estándares europeos y globales».
Pero el jefe de política exterior de la Unión Europea, Josep Borrell, dijo que el proyecto de ley era un «desarrollo muy malo» para el país y podría afectar seriamente sus lazos con la UE.
Miles de personas, algunas ondeando banderas de la UE y de Ucrania, se pararon frente al parlamento y escucharon a los oradores denunciar la ley, que exigiría que cualquier organización que reciba más del 20 % de su financiación del extranjero se registre como «agente extranjero» bajo pena de daños sustanciales. multas
Los críticos dicen que recuerda a una ley de 2012 en Rusia que desde entonces se ha utilizado para reprimir la disidencia.
La presidenta Salomé Zurabishvili, quien dijo que vetaría la ley si pasaba por su escritorio, dijo que estaba del lado de los manifestantes.
“Ustedes representan a una Georgia libre, una Georgia que ve su futuro en Occidente y no dejará que nadie le quite ese futuro”, dijo en un discurso grabado en Estados Unidos, donde se encuentra de visita oficial.