Blinken alerta contra una escalada del conflicto de Gaza si Irán o sus aliados atacan a estadounidenses en la región | Internacional

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Antony Blinken, secretario de Estado de EE UU, interviene este martes ante el Consejo de Seguridad de la ONU en Nueva York.EDUARDO MUNOZ (EFE)

Antony Blinken, secretario de Estado de Estados Unidos, ha alertado este martes del riesgo de que la guerra en Gaza derive en un conflicto regional si los estadounidenses se convierten en objetivo. “EE UU no busca un conflicto con Irán. No queremos que se extienda esta guerra. Pero si Irán o sus aliados [en la región] atacan a personal de nuestro país, defenderemos a nuestra gente. Defenderemos nuestra seguridad de una forma rápida y enérgica”, ha dicho ante el Consejo de Seguridad de la ONU.

Blinken recordó ante el máximo órgano ejecutivo, el encargado de velar por la paz y la seguridad mundiales, que no es ningún secreto el sostenido apoyo de Irán a Hamás, el libanés Hezbolá, los rebeldes Huthís de Yemen y otras milicias de la región, como varias chiíes en Irak, y que algunos de estos grupos han atacado en los últimos días objetivos estadounidenses en Irak y Siria. “Si Irán o sus representantes [en la región] atacan a personal estadounidense, no se equivoquen: defenderemos a nuestra gente, a nuestro personal, inmediatamente”, recalcó.

La advertencia de Blinken, cuya intervención ante el Consejo fue anunciada con pocas horas de antelación, no es nueva, y se inscribe en el compás de espera que Washington aspira a instrumentar en Gaza, en vísperas de la intervención terrestre del ejército israelí. A la Casa Blanca del presidente demócrata Joe Biden le preocupa la extensión del conflicto, pero sobremanera la suerte de la decena de rehenes estadounidenses, algunos de ellos con doble nacionalidad israelí, en manos de Hamás. Por eso, Blinken ha recordado a la comunidad internacional, a la familia de la ONU, que “ha perdido 35 trabajadores” en la guerra, que deben redoblarse los esfuerzos por evitar que el balance de víctimas civiles aumente. “No olvidemos que entre las más de 1.400 personas que Hamás asesinó el 7 de octubre había ciudadanos de más de 30 Estados miembros de la ONU. Entre las víctimas había al menos 33 ciudadanos estadounidenses. Cada uno de nosotros tiene un interés —y una responsabilidad— en derrotar al terrorismo”, ha señalado.

“Todos los actos de terrorismo son ilegítimos e injustificables”, ha recordado. “No podemos renunciar a la paz, no podemos tirar la toalla. Estamos ante una encrucijada con solo dos caminos por delante. Uno es el de Hamás, la muerte, el sufrimiento, la destrucción. El otro es el camino hacia la paz, la seguridad, la integración, la autodeterminación de los palestinos en su propio Estado”, ha asegurado Blinken, asumiendo a la vez que el tiempo para la solución de los dos Estados se está consumiendo. Su intervención coincide con la redacción final de una propuesta de resolución de EE UU a la Asamblea General de la ONU —de rango menor que el Consejo, con decisiones no vinculantes—, que en teoría debería presentarse este jueves.

La Administración demócrata considera que la ayuda a Gaza no está entrando lo suficientemente deprisa, por lo que Blinken ha pedido también al Consejo que se estudie la posibilidad de establecer “pausas humanitarias” para ayudar a la población civil. “Sabemos que Hamás no reconoce a los civiles palestinos, Hamás debe dejar de utilizarlos como escudos humanos”, ha asegurado el jefe de la diplomacia de EE UU. A continuación, ha pedido “pausas humanitarias” que sirvan para llevar “alimentos, agua, medicinas y otros elementos esenciales” a Gaza “sin beneficiar a Hamás ni a ningún otro grupo terrorista” como la Yihad Islámica, que también opera en la Franja. En parecidos términos se ha manifestado este martes también John Kirby, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, quien se ha mostrado a favor de “pausas” humanitarias, pero no de un alto el fuego, “que solo beneficiaría a Hamás”.

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La petición de Blinken se produce después de que la embajadora de la EE UU ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield, vetara la semana pasada en el Consejo un proyecto de resolución presentado por Brasil que, además de condenar el ataque terrorista de Hamás del 7 de octubre, instaba precisamente a establecer “pausas humanitarias” para aliviar las necesidades de los gazatíes por el cerco del ejército israelí. “No hay jerarquía cuando se trata de proteger la vida de un civil”, ha dicho este martes Blinken. “Los civiles son civiles”.

Israel pide la dimisión de Guterres

La difícil tesitura en la que se encuentra la ONU, con el Consejo paralizado por el derecho de veto que puede ejercer cualquiera de sus cinco miembros permanentes —como EE UU la semana pasada, o Rusia en lo referente a la guerra de Ucrania—, ha vuelto a demostrarse este martes. El embajador de Israel ante la ONU ha pedido la dimisión de António Guterres, secretario general de la organización, después de que este dijera que los ataques de Hamás no ocurrieron “en el vacío”, en referencia a la “ocupación asfixiante” de los palestinos por Israel durante décadas.

“Pido que dimita inmediatamente. No tiene justificación ni sentido hablar con quienes muestran comprensión por los actos más terribles cometidos contra los ciudadanos de Israel, y menos por una organización terrorista declarada”, ha dicho el embajador israelí en un mensaje de la red social X, antes conocida como Twitter. “Es verdaderamente triste que el jefe de una organización que surgió tras el Holocausto manifieste opiniones tan horribles”, ha escrito. El Ministerio de Exteriores israelí ha cancelado la reunión bilateral con Guterres tras el discurso del secretario general.

En su discurso, Guterres subrayó que el sufrimiento palestino no justificaba un acto de terror como el perpetrado por Hamás el 7 de octubre, ni este una respuesta desproporcionada de Israel contra Gaza. “También es importante reconocer que los atentados de Hamás no se produjeron en el vacío. El pueblo palestino lleva 56 años sometido a una ocupación asfixiante. Ha visto cómo su tierra era devorada sin cesar por los asentamientos y asolada por la violencia; su economía, asfixiada; su población, desplazada y sus hogares, demolidos. Sus esperanzas de una solución política a su difícil situación se han ido desvaneciendo”, ha dicho Guterres. “Pero los agravios del pueblo palestino no pueden justificar los atroces ataques de Hamás. Y esos atroces ataques no pueden justificar el castigo colectivo del pueblo palestino”.

Guterres tenía previsto reunirse esta tarde con familias de rehenes israelíes que por la mañana asistieron a la reunión del Consejo de Seguridad sobre la guerra. Según la misión permanente de Israel ante la ONU, los familiares también tenían previsto encontrarse con el alcalde de Nueva York, Eric Adams —que la semana pasada viajó a Israel y ha participado en varias manifestaciones proisraelíes en la Gran Manzana—, así como con los dirigentes judíos de la ciudad. La cancelación de la reunión bilateral con Guterres fue anunciada por el ministro de Exteriores israelí, Eli Cohen, tras participar en la reunión del Consejo, durante una breve comparecencia ante los medios en la que estuvo flanqueado por la delegación de familiares de los rehenes.

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