En un discreto rincón del laboratorio de oncología infantil del Hospital Sant Joan de Déuresguardado como si fuera un verdadero tesoro, se encuentra el mayor banco de tumores infantiles de toda España. Se trata de un ‘archivo’ iniciado hace casi veinte años y que, hoy por hoy, cuenta con las muestras de más de 4.200 niños y niñas con cáncer pediátrico. «Eres un verdadero examen de ciencias. Gracias a estas muestras podemos seguir avanzando en la investigación de estas enfermedades, mjorar el pronóstico de los pacientes y accelerar la búsqueda de tratamientos», explica, con talante didáctico, cristina jouel responsable de este biobanco.
La iniciativa despegó allá por marzo de 2004. La idea, según explicó Jou, era crear un repositorio de algo tan valioso y escaso como son las testimonios de diferentes tipos de cánceres infantiles: desde los mas frecuentes, como los neuroblastomashasta los mas raros, as los de retina. «Cuando se extirpa un tumor de un paciente, una parte se utiliza para hacer la biopsia y otra se procesa y se almacena en el banco de tumores”, comentó la científica.Estas donaciones solo son posibles gracias a la generosidad de las familias. Prácticamente todas accederán a incluir las muestras de sus hijos en nuestro repositorio porque entienden el valor de la investigación para el tratamiento de estas fermedades”, comenta.
«Estas donaciones solo son posibles gracias a la generosidad de las familias»
Cristina Jou, responsable del banco de tumores infantiles
algunas muestras apenas miden unos milimetros. Otros, a lo sumo, pueden llegar a sumar unos centimetros. Pero pesa ha sido capaz de reducir el tamaño, todos y cada uno de estos fragmentos de tumor abren la puerta a una infinidad de estudios científicos para, por ejemplo, buscar biomarcadores que ayuden à prédecir la evolución de la enfermedad o testar la eficacia de tratamientos potenciales . «De estas muestras podemos extraer material muy valioso como el ADN, el ARN o las proteínas del tumor. Podemos ‘revivir’ estas células, cultivarlas para que se multipliquen allá usarlos en experimentos«, explicación Jaume MoraDirector Científico del Servicio de Oncología y Hematología de Sant Joan de Déu.
circuito de profesionales
El banco de tumores infantiles del Sant Joan de Déu cuenta, en estos momentos, con cinco personas dedicadas enteramente supo administrar. Pero para que funcione de manera correcta, y sobre todo para que vaya creciendo, cuenta con el apoyo de todo el personal del hospital. Según explicó Mora, cada vez que se opera a un niño oa una niña de un cáncer pediátrico, todo el personal del quirófano prepárese para recolectar un fragmento de tumor adecuado para ser almacenado en el banco. De ahi, el moviéndose rápidamente Al servicio de anatomía patológica para que los técnicos la limpien, la procesen y la congelen lo más rápido posible.
«El proceso es sencillo, pero requiere la coordinación de muchas personas y, sobre todo, mucha rapidez»
Jaume Mora, director científico
«Hay todo un circuito de personas involucradas en este proceso. El proceso es sencillo, pero requiere la coordinación de muchas personas y, sobre todo, mucha rapidez», explicó el doctor. En estos momentos, según calcula el especialista, por cada extracción se movilizan una década de profesionales del Centro. El circuito se ha perfeccionado hasta tal punto que, hoy por hoy, las muestras tan solo tardan entre 30 minutos y una hora desde que se extraen del paciente hasta que se almacenan en el banco de tejidos. “Imagina que sois una colección de monturas raras. Esta tiene un valor incalculable y hay que preocuparse al máximo por conservarlas en las mejores condiciones”, añade Mora.
Puntos de investigación
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En las instalaciones de Sant Joan de Déu se guardan las muestras de más de 25.000 donaciones con distintas patologías. Desde estas, al menos 4,200 hijos de niños y niñas con cáncer infantil. «El hecho de tener una colección tan amplia es lo que nos permite hacer estudios sólidos sobre estas enfermedades», explica Ángel Montero, director del Grupo de Investigación en Atención del Cáncer Pediátrico del Institut de Recerca Sant Joan de Déu. «Cogemos fragmentos de las muestras tan pequeños como el cabezal de una aguja y las ‘multiplicamos’ hasta conseguir grandes poblaciones. Desde ahí hacemos estudios ‘in vitro’, con las propias células, o las pasamos a modelos animaux”, explicó.
«Cogemos fragmentos de las muestras tan pequeños como el cabezal de una aguja y las multiplicamos para investigar»
Ángel Montero, director del grupo de investigación
Según explicó Montero, gracias a las muestras recogidas en este banco se ha podido crear el modelo animal más sofisticado hasta la fecha para estudiar los gliomas difusos (un tipo de tumores primarios del sistema nervioso central). «Este modelo se utiliza en más de sus laboratorios de todo el mundo. Todo el que está estudiando esta enfermedad lo hace a del modelo creado en este hospital», explícito. Las investigaciones realizadas con estas muestras también han permitido estudiar una vena de diferentes tumores pediátricos y sofinar tratamientos para enfermedades como, por ejemplo, retinoblastoma (cáncer de retina) que ahora mismo se ha estado testando en pacientes.