El Ministerio español de Defensa ha reiterado este martes que España no planea participar de forma bilateral, en acuerdo con Estados Unidos, en la Operación Guardián de la Prosperidad, promovida por Washington para proteger los buques que circulan por el mar Rojo de los ataques de la milicia yemení Huthi, aliada de Irán, en respuesta a la ofensiva de Israel en la franja de Gaza. Las mismas fuentes han indicado que España solo intervendrá en la operación si deciden hacerlo la OTAN o la UE. La portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, ha insistido en esta idea durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros celebrado este martes en la que ha expresado que España no participará “de forma unilateral” en la operación que está poniendo en marcha la Administración de Joe Biden.
El jefe del Estado Mayor de la Defensa, el almirante Teodoro López Calderón, ha asistido esta mañana a una videoconferencia convocada por el secretario de Estado de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, de visita en Baréin, junto a otros 40 países. El jefe del Pentágono aseguró anoche que el Reino Unido, Francia, Italia, Canadá, Países Bajos, Noruega, Seycheyes y España aportarían buques para participar en patrullas navales por el mar Rojo y el golfo de Adén.
Fuentes militares españolas han matizado que solo sería posible si la OTAN decidiera intervenir con alguna de sus flotas permanentes en las que participa España o si la UE cambiase el objetivo de la misión de la Operación Atalanta, dedicada a la lucha contra la piratería en el Índico, para encargarle este nuevo cometido. El problema, explican dichas fuentes, es que, después de tres años de inactividad, la piratería somalí se ha reactivado en las últimas semanas, coincidiendo con el estallido del conflicto de Gaza.
Un pesquero iraní fue secuestrado el 22 de noviembre y el carguero búlgaro MV Ruen, con bandera maltesa, el pasado día 14. La fragata española Victoria, integrada en la misión europea, se ha dirigido a la zona donde se encuentra el MV Ruen para monitorizar los movimientos de los secuestradores. Abandonar el Índico para desplazarse al mar Rojo supondría desvestir un santo para vestir a otro, alegan las fuentes consultadas, quienes sospechan que no es casual que, después de tres años de inactividad, los piratas hayan reiniciado sus ataques coincidiendo con la crisis de Gaza.
Lo que sí está haciendo ya la Operación Atalanta, en la que participa la fragata española Victoria frente a las costas de Somalia, es intercambiar información con los buques de Estados Unidos y otros países aliados que se encuentran en el mar Rojo sobre los ataques con drones que se producen desde Yemen contra los mercantes supuestamente relacionados con Israel.
El portavoz de Exteriores de la Comisión Europea, Peter Stano, ha afirmado este martes que los países de la UE están discutiendo tanto entre ellos como con sus socios internacionales cuál debe ser la forma de actuar en el mar Rojo “porque este es obviamente un problema internacional y se necesita una solución internacional”, informa la agencia Efe.
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