Joe Biden ha cancelado en el último momento el viaje que tenía previsto este lunes al Estado Colorado. En su lugar, el presidente de Estados Unidos permanecerá en Washington para celebrar “reuniones de seguridad nacional” en torno a la guerra entre Israel y Hamás, según ha explicado la Casa Blanca. El súbito cambio en la agenda alimenta las conjeturas en torno a una posible visita del presidente de Estados Unidos a Israel en los próximos días.
El mandatario estadounidense, que desde el primer momento ha expresado su apoyo a Israel, se declaraba contrario el domingo a una ocupación de Gaza por parte de ese Estado. “Creo que sería un gran error”, declaró en una entrevista emitida en el programa 60 Minutes de la cadena CBS, en su intento más claro de contener a Israel desde el comienzo de la crisis. El inquilino de la Casa Blanca opinó a favor de la necesidad de derrotar a Hamás, pero matizó que debe lograrse con “una vía hacia un Estado palestino”.
La decisión de posponer su desplazamiento a Colorado, donde iba a promover su programa económico y de energías limpias, se produce cuando se agrava la crisis en Oriente Próximo tras el ataque de la milicia radical palestina Hamás a Israel el 7 de octubre. El Gobierno del primer ministro Benjamín Netanyahu se prepara para ordenar la entrada de sus fuerzas en Gaza, mientras se deteriora la situación humanitaria en la Franja, donde viven cerca de 2,3 millones de personas. Los bombardeos israelíes ya han dejado 2.750 muertos y 9.700 heridos, según el Ministerio de Sanidad palestino.
Netanyahu, que ha hablado por teléfono con el presidente estadounidense en cinco ocasiones desde que estalló la crisis, había invitado a Biden a visitar Israel, según habían adelantado altos cargos de ese país. La Casa Blanca no ha confirmado —tampoco desmentido— que prepare un viaje en los próximos días, y se limita a indicar públicamente que “no hay nuevos viajes que anunciar”. Medios israelíes, por contra, sostienen que el presidente podría llegar este mismo miércoles.
El anuncio del cambio de programa llega cuando el secretario de Estado, Antony Blinken, ha regresado este lunes a Israel, donde se espera que interceda para lograr un alto el fuego temporal en los ataques aéreos israelíes que permita la entrada de ayuda humanitaria en Gaza. Es la segunda vez en cuatro días que responsable de Asuntos Exteriores estadounidense viaja a Israel.
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Blinken llegaba procedente de Egipto, la penúltima etapa en una intensa gira por los principales países aliados de Estados Unidos en Oriente Medio. Su objetivo, expresar apoyo a Israel tras el ataque de Hamás, que dejó cerca de 1.400 muertos, pero también mediar para permitir la ayuda humanitaria en Gaza y contener una campaña militar israelí que se prevé sangrienta. El secretario de Estado también busca impedir que el conflicto se extienda y que Irán —la gran némesis de Israel y de EE UU en la región— o su aliada, la milicia libanesa Hezbolá, puedan intentar intervenir.
Este lunes, el secretario de Estado conversaba también por teléfono con su homólogo turco, Hakan Fidan, sobre “los esfuerzos diplomáticos para impedir que el conflicto se amplíe y para minimizar los costes humanitarios de la guerra”, según precisaba su portavoz, Matthew Miller. Turquía es uno de los países que median para tratar de lograr la liberación de los rehenes capturados por Hamás durante su incursión en Israel.
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