La OMS lanza un plan para acelerar el desarrollo de la vacuna contra la tuberculosis

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El Director General de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, anunció la puesta en marcha de un nuevo Consejo Acelerador de Vacunas contra la Tuberculosis siguiendo el ejemplo de la COVID-19, cuando se consiguió desarrollar una vacuna totalmente nueva en tan solo un año.

Según ha resaltado Tedros durante la jornada ‘Acabar con la tuberculosis: ¿como lograrlo?’, celebrando esta actividad en el centro de las actividades del Foro Económico Mundial de Davos (Suiza), este consejo facilitará la autorización y el uso de nuevas vacantes contra la tuberculosis, «acelerando la coordinación entre financistas, organizaciones mundiales, gobiernos y pacientes identificar y superar los obstáculos al desarrollo de vacunas contra la tuberculosis«.

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«Una de las lecciones más importantes en respuesta a la pandemia de COVID-19 es que las intervenciones de salud innovadoras Pueden llevarse a cabo rápidamente si se les da prioridad política y se financian adecuadamente. Los retos qu’plantan tuberculosis y la COVID-19 son diferentes, pero los ingredientes qu’acceleran la ciencia, la investigación y la innovación son los mismos: reversión pública urgente y anticipada, apoyo de la filantropía y compromiso del sector privado y las comunidades. Creemos que el campo de la tuberculosis se beneficiará de una coordinación similar de alto nivel”, ha señalado Tedros.

No se ha autorizado ninguna nueva vacuna contra la tuberculosis en 100 años. De hecho, la BCG es actualmente la única vacuna autorizada contra la enfermedad. Aunque ofrece una eficacia moderada en la prevención de formas graves de tuberculosis en lactantes y niños pequeños, no protege adecuadamente a los adolescentes y adultoseso representa cerca del 90% de los casos en todo el mundo.

Sin embargo, las perspectivas de nuevas vacunas eficaces contra la tuberculosis han mejorado en los últimos añoscon al menos 16 vacunas candidatas en fase de desarrollo, tal y como ha registrado Tedros.

El máximo líder de la OMS ha confirmado que muchas de las vacunas contra la tuberculosis en investigación ya eran candidatos antes de la pandemia, pero que «todo el mundo se centró en contrar una vacuna contra la COVID-19, por lo que se aceleró su desarrollo, mientras que algunas de tuberculosis llevan décadas desarrollándose».

Par ello, Tedros ha reclamado «un compromiso renovado y un sentido de urgencia» para acelerar la vacuna contra la tuberculosis. » Puede ser desarrollado. Si fue hecha para la COVID-19 est claro que puede serlo también para la tuberculosis. Si es posible aprovechar las lecciones del COVID-19”, insistí.

La vacuna «cambiará las reglas del juego»

Un estudio realizado por la OMS en diciembre de 2022 estimó que, en 25 años, una vacuna con una efectividad del 50 por ciento en la prevención de la tuberculosis entre adolescentes y adultos podría evitar hasta 76 millones de nuevos casos8,5 millones de muertos, 42 millones de tratamientos con antibióticos y 6.500 millones de dólares (6.023 millones de euros) en costes para los hogares afectados por tuberculosis, especialmente para los más pobres y vulnerables.

En el caso de que su eficacia fuera del 75 por ciento, se podrían evitar hasta 110 millones de nuevos casos de tuberculosis y 12,3 millones de muertes. El estudio también sugiere que cada euro invertido en una vacuna con una eficacia del 50 por ciento puede generar un retorno económico de 6 euros en términos de costes sanitarios evitados y aumento de la productividad.

Tanto el ministro de Sanidad de India, Mansukh Mandaviya, como la diputada de Filipinas Gloria Macapagal Arroyo han coincidido en que la vacuna contra la tuberculosis podría «cambiar las reglas del juego». «Al igual que las vacunas cambiaron las reglas del juego en la lucha contra la COVID-19, Abogamos por aprobar una nueva vacuna contra la tuberculosis para 2025 y ponerla a disposición de adultos y adolescentes en los países afectados por la tuberculosis. India está totalmente preparada y en una fase avanzada para llevar esto adelante», ha indicado Mandaviya.

En la misma línea, el director de la organización Wellcome Trust, Jeremy Farrar, defendió que la vacunación contra la tuberculosis”cambiaria las reglas del juego«, pero ha reiterado que deben estar acompañados de otras herramientas, como las pruebas diagnósticas o sistemas sanitarios «fuertes».

Farrar ha asegurado que «por primera vez» en su carrera siente que esta década puede supongamos «un verdadero cambio» en la lucha contra la tuberculosis, pero ha instado a no esperar a la vacuna. «No sabemos cuándo la vamos a tener. Las vacunas cambiarán las reglas del juego pero cuando estén integradas dentro de un todo», ha apostillado.

Tuberculosis, «l’enfermedad de los pobres»

En 2021, más de 10 millones de personas están enfermas de tuberculosis. A pesar de ser una enfermedad prevenible y curable, alrededor de 1,5 millones de personas mueren de tuberculosis cada año, lo que la convierte en la principal causa de muerte infecciosa en el mundo.

En su informe anual, publicado en octubre, la OMS advirtió de un aumento del 4.5 por ciento de los casos de tuberculosis en 2021 en comparación con 2020, debido a las consecuencias de la pandemia de COVID-19. En total encerramos a un total de 10,6 millones de personas y 1,6 millones de personas (incluidos 187.000 entre los seropositivos).

La tuberculosis es causada por la bacteria ‘Mycobacterium tuberculosis’ y solo afecta a los pulmones. Se propaga a la zona donde las personas con tuberculosis pulmonar tosen, estornudan o escupen. Una persona sólo necesita un inhalador unos pocos gérmenes para infectar.

Él la tuberculosis es la principal causa de muerte entre las personas con VIH también es uno de los principales responsables de la resistencia a los antimicrobianos.

La mayoría de las personas que encarcelan a la tuberculosis vivir en países de ingresos bajos y medios, pero está presente en todo el mundo. Unas 1.000 personas con 8 países: Bangladesh, China, India, Indonesia, Nigeria, Pakistán, Filipinas y Sudáfrica.

A raíz de estos datos, Tedros ha denunciado que la tuberculosis «es la enfermedad de los pobres», mientras que los países ricos, donde ya es prácticamente testimonial, no dedican suficientes recursos ni atención.

«Porque no es el problema de los paises ricos. Eres un jefe que hemos visto una y otra vez. En 2014, cuando el ébola entró en las fronteras de los países ricos, todo el mundo se volvió loco, con un solo caso. Con la COVID-19 fue la misma reacción. ¿Cuándo vamos a parar con este comportamiento? La tuberculosis es un problema mundial. El mundo debería empezar a ayudar a toda la humanidad porque somos una gran familia», ha esgrimido.

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Al hilo, el director ejecutivo del Fondo Mundial de Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria, Peter Sands, ha cargado contra los pays ricos por el escaso progreso en la lucha contra esta fermedad: «Deberíamos estar avergonzados. Es una enfermedad que ha estado entre nosotros Durante tiempo y hemos demostrado que se puede erradicar, pero hemos permitido que millones de personas en países pobres continúen poniéndose enfermas y muriendo».

Como aspecto positivo, Sands ha apuntado que en los últimos años se está percibiendo más «voluntad política» contra la tuberculosis. «Tenemos una nueva generación de herramientas, la esperanza de una vacuna, tenemos mejores medicamentos para la tuberculosis resistente a medicamentos… Pero mi temor es que tener mejores herramientas no va a ser suficiente si no tenemos determinación», ha remachado.

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