Los paisajes de otro mundo están en Navarra | Vino en Tren

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En San Martín de Unx, un pequeño municipio de 400 habitantes a 50 de kilómetros de Pamplona, cuidan con mimo sus viñas, especialmente una, la de La Abejera. Sus cepas tienen más de un siglo de vida, algo impensable en los tiempos que corren, como explican ellos mismos: el cultivo vitícola en general se ha acelerado para producir más, pero descuidando la relación con el campo. Sin embargo, si de algo pueden presumir en este y en los otros pueblos que forman parte de la denominación de origen (DO) vinícola Navarra es de trabajar con ahínco para que las viñas de la región lleguen a ser un día centenarias.

El viajero que transite este enclave descubrirá esa delicadeza por la tierra que demuestran sus habitantes. Una pasión contagiosa que anima a descubrir la historia de la región a través de propuestas que transitan distintas épocas: parques naturales conformados hace millones de años, tesoros arqueológicos milenarios, fortalezas medievales o un presente y futuro teñido de violáceo.

David Palacios Algarra

David Palacios Algarra Presidente del Consejo Regulador de la DO Navarra

Vinos únicos, historias genuinas

“Navarra ofrece un delicioso viaje repleto de sabores auténticos y una riqueza cultural y paisajística que teje la identidad de sus gentes y el carácter de sus vinos. Cada botella encierra un relato único que no puede ser narrado en otro territorio”

vino
VINO

San Martín de Unx

Los cuidadores de viñas

En San Martín de Unx miran al pasado, el presente y al futuro con la misma pasión. Se sienten orgullosos de sus raíces: “La uva nos corre por las venas, somos cuidadores de viñas y hacemos todo lo posible para que nuestras cepas lleguen a los 100 años”, reivindica Julián Palacios, cuarta generación de viticultores y protagonista de este vídeo. Aquí también se ilusionan con lo que ya está ocurriendo y está por venir: un proyecto de repoblación rural a través del enoturismo que pretende dar a conocer el potencial de esta región de la ribera navarra, impulsado por la fuerza de las mujeres viticultoras, siempre presentes pero ahora, más reivindicadas que nunca.

arqueologia
Arqueología

Arellano

Las musas del vino de hace 2.000 años

La tradición vinícola en Navarra nació hace 20 siglos. Así lo atestiguan los restos arqueológicos encontrados en el municipio de Arellano, un yacimiento apodado la Villa de las Musas por el enorme mosaico romano que representa a nueve diosas y cuya obra original se trasladó al Museo Nacional Arqueológico, en Madrid, aunque en este yacimiento se puede contemplar una minuciosa reproducción.

El viajero que se adentre en esta villa construida entre los siglos I y V d. de C. entenderá qué función tenía un fumarium, que permitía envejecer el vino artificialmente, cómo eran las bodegas o la cella vinaria de hace dos mil años, o los primeros catavinos, utensilios de cerámica que servían para probar el vino de las tinajas. Una visita que permite comprender el estilo de vida de la sociedad romana y cuya cultura perdura hasta nuestros días.

Arellano de Villa de las Musas

Recreación del famoso mosaico que da el sobrenombre a Arellano de Villa de las Musas. Foto: ALAMY

Cultura
Cultura

Pamplona

Un museo al aire libre de arte y tradición

Las más de 200 obras escultóricas de diferentes épocas, estilos y autorías hacen de Pamplona un pequeño museo al aire libre. Recorrer la ciudad tras su pista es la excusa perfecta para conocer a fondo la capital navarra. El Ayuntamiento de Pamplona ha ideado la exhaustiva y virtual Guía de escultura urbana, que describe con detalle las características de cada escultura y su autor y diferentes itinerarios. Uno de los que más diversidad cultural concentra es el que recorre la ciudad por los Ensanches, entre los parques de la Media Luna y de La Ciudadela, donde se respiran homenajes literarios, tradición taurina y simbolismo contemporáneo, como se muestra en el siguiente mapa interactivo:

Paisaje
Paisaje

Ujué

Una atalaya que esconde secretos en su interior

Cuenta la leyenda que un pastor siguió a una paloma hasta lo alto de la sierra de Ujué, en enclave montañoso que domina la zona media oriental de Navarra. Allí, el ave entraba y salía de un agujero excavado en la roca. Cuando el pastor se asomó, descubrió en su interior una imagen de Santa María. Movidos por el milagro, gentes de los poblados vecinos decidieron asentarse en el lugar de la supuesta aparición para honrar a la virgen, dando lugar al nacimiento del pueblo de Ujué.

Más allá de este cuento popular, ya se sabe que esta atalaya ha sido habitada desde antes de la dominación romana de la península Ibérica (en el año 218 a. de C.). El pequeño municipio, que se sitúa a 815 metros sobre el nivel del mar, ofrece un viaje en el tiempo: un casco urbano de origen medieval, compuesto por antiguas casas, construidas a las faldas de la imponente iglesia-fortaleza de Santa María, construida en el siglo XI. A ello se suman las impresionantes vistas dominadas por el paisaje de viñedos, incluso, en un día soleado, desde esta cima de la montaña, se puede vislumbrar, al norte, los Pirineos y la silueta del Moncayo, al sur.

Foto 1

1. Los pasos de ronda que rodean la iglesia de Santa María y las torres almenadas configuran el aspecto de fortificación de todo el conjunto monumental. Foto: Getty

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2. La iglesia-fortificación de Santa María es considerada una de las joyas del gótico navarro. En los capiteles de la portada sur destaca la decoración relativa a la vendimia: mujeres recolectando uvas o un pájaro picoteando una vid. Foto: Getty

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3. Estos arcos representan el lugar de coronación de la virgen de Santa María, un santuario de romería y peregrinación para muchos habitantes de la comarca que se desplazan allí cada 25 de abril. Foto: Getty

1. Los pasos de ronda que rodean la iglesia de Santa María y las torres almenadas configuran el aspecto de fortificación de todo el conjunto monumental.

2. La iglesia-fortificación de Santa María es considerada una de las joyas del gótico navarro. En los capiteles de la portada sur destaca la decoración relativa a la vendimia: mujeres recolectando uvas o un pájaro picoteando una vid.

3. Estos arcos representan el lugar de coronación de la virgen de Santa María, un santuario de romería y peregrinación para muchos habitantes de la comarca que se desplazan allí cada 25 de abril.

Fotos: Getty

Niños
Niños

Pitillas

Tras la pista del pájaro que muge al anochecer

Al atardecer, en las faldas de la sierra de Ujué, se escuchan mugidos, a pesar de no ser zona de ganado. Los habitantes de Pitillas, el municipio al que pertenece la laguna homónima, saben que procede de un animal mucho más pequeño, difícil de ver, pero de gran presencia en el humedal: el avetoro. Este tipo de garza, de carácter retraído y plumaje mimético pardo, es una de las muchas aves que habitan este paraje natural, declarado de Especial Protección por su valor ecológico.

Las 216 hectáreas de la laguna de Pitillas representan un oasis de vida silvestre en una zona dominada por los campos de cultivo. Todo un mosaico natural de colores y sonidos en plena ruta migratoria pirenaica occidental. A la entrada del humedal –el más extenso de Navarra y uno de los más importantes del valle del Ebro– aguarda un centro de interpretación para descubrir todo tipo de curiosidades sobre la fauna de este ecosistema.


Ranas, nutrias, mariposas, visones, galápagos y otras muchas especies conviven en el humedal junto a una numerosa comunidad de aves. Foto: GETTY

naturaleza
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Bardenas Reales

Un desierto de cine a 70 kilómetros de los Pirineos

Aunque sea su primera vez, el viajero que se adentre en el parque natural de Bardenas Reales –al sureste de Navarra y a apenas a 70 kilómetros de los Pirineos– podrá pensar que ya ha visitado antes este extraordinario paisaje lunar. Películas como Airbag (1997) o El consejero (2012) o la exitosa serie Juego de Tronos han utilizado este paraje como escenario.

El parque, declarado Reserva de la Biosfera, es otra de las joyas de la Ribera Navarra. Un lugar característico por sus suelos de arcillas, yesos y areniscas erosionados por el agua y el viento. Una composición geológica que se produjo hace 20 millones de años y que contrasta con los paisajes verdes y montañosos que comprenden otras partes de esta denominación de origen. Situado en el centro de la depresión del valle del Ebro, sus inmensas dimensiones (más de 45.000 metros cuadrados) se pueden recorrer a pie, en bicicleta e incluso en vehículos de motor a través de más de una decena de rutas.

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Existe una red de itinerarios señalizados que permiten una visión completa de los ecosistemas del parque. La mayoría son para bicicleta de montaña, algunos para vehículos a motor, y se permite el acceso a pie por todos los caminos, salvo algunos que se prohíben por necesidades de protección. Foto: Getty

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Declarado Parque Natural en 1999, ofrece un paisaje característico, de relieve abrupto y formaciones geológicas como cabezos, planas o barrancos encajados. Foto: Getty

Foto 3

Se sitúa en el centro de una cubeta flanqueada por la cordillera Ibérica, los Pirineos y la cordillera Costero-Catalana, desde los periodos de Mioceno Inferior (más o menos 20 millones de años atrás) hasta el Mioceno Superior (hace 10 millones de años). Foto: Getty

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Águilas, buitres, búhos, avutardas, zorros, gatos monteses, ginetas, anfibios y reptiles son parte de la fauna de este parque. Foto: Getty

Historia
Historia

Olite

El imponente palacio que cautivó a Bécquer

Como si de un escenario de película se tratase también, el palacio real de Olite ofrece al viajero toda una experiencia inmersiva al Medievo. Dominado por siete torres, jardines y toda una minuciosa decoración medieval, es uno de los palacios de los más imponentes de España. Tanto es así que cautivó al mismísimo poeta romántico Gustavo Adolfo Bécquer quien, a su paso por el municipio navarro en el siglo XIX, le dedicó la obra El Castillo Real de Olite. Notas de un viaje por Navarra.

El viajero descubrirá que el edificio –que en el vídeo de abajo se puede ver a vista de dron– está levantado sobre los cimientos de una fortaleza del siglo XII y que a lo largo de su historia ha pasado por múltiples ampliaciones –la más importante durante el siglo XV, orden del rey navarro Carlos III El Noble– y restauraciones, la última, el siglo pasado. Su ala más antigua es hoy parador nacional.

Ya fuera del castillo, el municipio navarro –conocido también por su nombre en vasco, Eriberri– mantiene la misma esencia medieval, que se entrelaza con una tradición vitícola que se respira que cada rincón del pueblo. También en el casco urbano y en otro antiguo palacio del siglo XVII, el de Santo Ángel, se encuentra el Centro de Exposición de la Viña y el Vino en Navarra.

Video cedido por MagmaCultura

Gastronomia
Gastronomía

Metauten

El diamante negro de la sierra de Lokiz

¿Cómo encontrar algo que se esconde bajo tierra y no puede verse a simple vista? Encontrar trufas, el hongo comestible más caro del mundo, requiere de la ayuda de buenos rastreadores, como perros o cerdos, pero también de la pericia de quién conoce bien este tipo de manjar. Las trufas, que crecen en el subsuelo, desprenden una sustancia que impide el crecimiento de la hierba a su alrededor. De modo que, en la época de recogida que comienza en noviembre y se extiende hasta marzo, se debe prestar atención a esos posibles claros en las zonas donde crecen.


Uno de los lugares más famosos para la trufa negra, conocida como el diamante negro de la cocina, es la sierra de Lokiz, en el centro oeste de Navarra. A los pies de la montaña, en el valle, se encuentra el Museo de la Trufa, en la localidad de Matauten, el único museo de España dedicado a este hongo comestible que hace las veces de centro de interpretación –con visitas guiadas– y prescriptor de una larga lista de recetas que contienen trufa y menús de degustación. La trufa nunca falla en la gastronomía navarra, por eso desde el espacio museístico proponen este plato:

Alcachofas con jamón y trufa. Foto: Museo de la Trufa


Mapa

Hectáreas 1.500

Variedades de uva

Blancas

  • Chardonay
  • Garnacha blanca
  • Malvasía
  • Moscatel de grano menudo
  • Sauvignon blanc
  • Viura

Tintas

  • Cabernet Sauvignon
  • Garnacha
  • Graciano
  • Merlot
  • Mazuelo
  • Pinot Noir
  • Syrah
  • Tempranillo

Mapa

El carácter de la uva Garnacha y la Tempranillo

En las cinco subzonas que conforman la DO Navarra (Baja Montaña, Ribera Baja, Tierra Estella, Ribera Alta y Valdizarbe), la uva tinta domina la producción, con el 90%. Las joyas de la corona navarra son las variedades autóctonas, la Garnacha y la Tempranillo, presentes en el 70% del viñedo. De los vinos tintos, el viajero ha de saber que son famosos los jóvenes cosechados en el año, más frescos, de colores vivos y brillantes, con aromas que recuerdan al regaliz o a frutas del bosque; los reserva o los gran reserva, en los que su color se vuelve más intenso, son también reconocidos. De los blancos, destacan los sabores y aromas frescos y frutales.

Uno de los grandes tesoros de esta denominación de origen es el vino rosado, especialmente el rosado de lágrima, elaborado solo a partir de uvas tintas mediante la extracción de los mejores mostos gracias al sistema de sangrado (en el que se retiran las pieles y pepitas una vez que el mosto ha adquirido el tono rosado).

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RENFE TE ACOMPAÑA

Tren de Renfe

LARGA DISTANCIA

Conexiones diarias a y desde Pamplona y Tafalla:

Madrid (8) / San Sebastián (2)

Zaragoza (6) / Lleida (6)

Tarragona (4) / Barcelona (4)

Valladolid (4) / Salamanca (4)

Palencia (1) / Burgos (1)

Tren de Renfe

Media Distancia

Miranda de Ebro (2) / Vitoria (4)

Zaragoza (6)

CRÉDITOS

Redacción: Marta Villena

Coordinación editorial: Juan Antonio Carbajo, Francis Pachá, Marta Villena

Desarrollo: Rodolfo Mata

Diseño: Juan Sánchez

Coordinación de diseño: Rodolfo Mata

Video:  Francisco de Caveda, Daniel Manzanares y Álvaro López 

Foto de apertura: Ruta del Vino de Navarra y Getty Images

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