Milei confirma en Israel que trasladará la embajada argentina a Jerusalén | Internacional

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Apenas unos segundos después de pisar Israel, en su primera visita bilateral como presidente de Argentina, Javier Milei ha reiterado su intención de declarar a Hamás organización terrorista y trasladar la embajada del país a Jerusalén, una polémica decisión que solo han tomado cinco países, entre ellos Estados Unidos durante la Administración de Donald Trump. Lo ha hecho en una breve conversación con el ministro israelí de Exteriores, Israel Katz, que lo recibió este martes frente a la escalerilla del avión. Para Milei, es el cumplimiento de dos promesas: trasladar la embajada y hacer del Estado judío su primera visita oficial a otro país desde que tomó posesión, el pasado diciembre. Para Israel, se trata de un respiro diplomático en medio de la guerra en Gaza, que está deteriorando la imagen internacional del país: no todos quieren ser fotografiados estrechando la mano a sus líderes.

Milei no ha anunciado formalmente el traslado de la embajada. Se espera que lo haga en los próximos dos días, tras sus encuentros con el presidente, Isaac Herzog, o con el primer ministro, Benjamín Netanyahu. Las autoridades israelíes se han apresurado, sin embargo, a emitir comunicados de alegría dándolo por hecho. Pocos minutos después del aterrizaje, la oficina de Netanyahu ha mostrado su “satisfacción” por el hecho de que el presidente argentino “haya mantenido su promesa” y “anunciado el traslado a Jerusalén de la embajada argentina”, actualmente situada en la localidad de Herzliya, al norte de Tel Aviv. “Gracias por reconocer a Jerusalén como capital de Israel y por anunciar ahora el traslado de la embajada argentina a Jerusalén, capital del pueblo judío y del Estado de Israel”, ha dicho el titular de Exteriores.

Argentina se convertirá así en el segundo país más importante con embajada en Jerusalén. Casi todos los Estados la tienen en Tel Aviv (que no es capital) o en localidades cercanas, al considerar que hacerlo en Jerusalén supondría una toma de posición sobre el estatus de la ciudad, que tendrán que decidir ambas partes en unas eventuales negociaciones de paz. Los palestinos aspiran a convertir la parte oriental de la ciudad —ocupada por Israel en la Guerra de los Seis Días de 1967 y posteriormente anexionada— en capital de su futuro Estado.

Desde que Trump trasladó la embajada estadounidense a Jerusalén y reconoció la ciudad como capital de Israel en 2018, en una decisión que rompió con décadas de política exterior y que ha mantenido su sucesor, Joe Biden, apenas Guatemala, Honduras, Kosovo y Papúa Nueva Guinea la han emulado. Otros países, como Paraguay o Australia, lo hicieron, pero luego han revertido la decisión.

Ya en el avión de camino, Milei declaró el objetivo de su viaje, que durará tres días: “Voy para manifestar mi apoyo a Israel contra los ataques del grupo terrorista Hamás, mi solidaridad para con Israel y defender su legítimo derecho a la defensa”. Es la dimensión política, a la que se suma otra “espiritual”, como ha admitido. Milei se crio católico, pero se acercó hace años al judaísmo y ha anunciado con frecuencia su intención de convertirse. Se ha podido ver en su primera parada, el Muro de las Lamentaciones de Jerusalén, donde se echó a llorar de la emoción y abrazó a su rabino, Axel Wahnish, al que pretende nombrar embajador en Israel. También encendió una vela en conmemoración a los muertos en el ataque de Hamás del 7 de octubre.

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Milei portaba en la solapa el lazo amarillo del movimiento por el regreso de los 136 rehenes israelíes que quedan en Gaza, cuyo canje por varias semanas de alto el fuego, la excarcelación de numerosos presos palestinos y el ingreso de más ayuda humanitaria a la Franja llevan semanas negociando tres países mediadores. Uno de ellos es Estados Unidos y su secretario de Estado, Antony Blinken, de gira en la región para tratar de desatascar la tregua, ha asegurado en Doha que compartirá con las autoridades de Israel, donde aterrizará este miércoles, la respuesta de Hamás a la propuesta de acuerdo. “Queda mucho trabajo por hacer, pero seguimos creyendo que un acuerdo es posible y, de hecho, esencial”. A su lado, Mohammed bin Abdulrahman Al Thani, el primer ministro de Qatar (otro de los países mediadores), ha calificado de “positiva” la respuesta proporcionada por el movimiento islamista, aunque aún no están cerrados los detalles.

Selfis

A su más puro estilo, el presidente argentino se acercó a hacerse selfis con las decenas de personas (muchos de ellos originarios de Argentina, el país de América Latina con mayor comunidad judía) que lo jaleaban entre gritos de “Am Israel Jai” (El pueblo de Israel vive, en hebreo) y “¡Viva la libertad, carajo!”, la frase que Milei repitió gritando para concluir su discurso de toma de posesión. Uno le regaló una camiseta de la selección argentina con el dorsal 10 y las palabras Javier Milei escritas en hebreo; otro le chillaba que había salido de la base militar (hay cientos de miles de israelíes movilizados) solo para poder verlo.

Javier Milei, durante su visita al Muro de las Lamentaciones.ATEF SAFADI (EFE)

Milei no solo se reunirá con Netanyahu y con Herzog. También con varios ministros, rabinos, empresarios y familiares de víctimas del ataque de Hamás. Asimismo, plantará un árbol en el Bosque de las Naciones del Fondo Nacional Judío. Es un acto protocolario, pero será el primer presidente en hacerlo desde el inicio de la guerra en Gaza. El viernes partirá hacia Roma para entrevistarse con la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, y el papa Francisco, en El Vaticano.

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