El Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) se ha atribuido este jueves la autoría del atentado en la ciudad iraní de Kermán que el día anterior dejó más de 80 muertos y cerca de 300 heridos durante un homenaje al general Qasem Soleimani, asesinado hace cuatro años en un ataque de drones estadounidenses. El grupo yihadista ha hecho el anuncio a través de un mensaje en un canal de Telegram que usa para transmitir propaganda, en el que ha asegurado que las dos explosiones que sacudieron la multitudinaria concentración fueron producidas por sendos terroristas suicidas.
“Los dos hermanos con voluntad de martirio, Omar al Muwahid y Saifulá al Muyahid, Dios los tenga en su gloria, partieron hacia la gran congregación de herejes politeístas cerca de la tumba de su cabecilla, el hipócrita Qasem Soleimani, en la ciudad de Kermán”, afirma el comunicado del Estado Islámico. El grupo terrorista no considera a quienes profesan el chiísmo —rama del islam mayoritaria en Irán— verdaderos musulmanes, sino “herejes”, por lo que ha atentado en numerosas ocasiones contra ellos, tanto en Irán, como en Irak, Siria y Afganistán. “Detonaron sus cinturones explosivos en mitad de la muchedumbre, matando e hiriendo a más de 300 herejes politeístas. Alabado sea Dios”, añade. Una web vinculada al movimiento yihadista también publicó la fotografía de los supuestos autores de la matanza frente a una bandera negra del Estado Islámico, si bien los dos hombres aparecen con la cara cubierta y difuminada.
Una fuente cercana a la investigación de los atentados citada por la agencia estatal IRNA explicó que es probable que el atentado fuese perpetrado por suicidas, pese a que horas después del suceso las autoridades iraníes habían asegurado que se trataba de bombas accionadas por control remoto. “Tras examinar las pistas y pruebas, incluyendo imágenes de cámaras de seguridad, todo indica que la primera explosión fue el resultado de un ataque suicida. El atacante suicida del primer incidente era un hombre que quedó completamente desmembrado como resultado de la explosión”, explicó la fuente. “La segunda explosión sigue bajo investigación, pero es probable que se trate también de un ataque suicida”, añadió.
La primera explosión ocurrió a las 14.45 hora local (tres horas menos en la España peninsular) y la segunda, 10 minutos después, en una zona diferente pero no muy lejana. Ambas se produjeron antes de los controles de seguridad que vigilaban los accesos al cementerio donde está enterrado Soleimani, pero se trata de una zona muy concurrida, ya que miles de personas se habían acercado a rendir tributo al general iraní.
El resultado fue el atentado más mortífero sufrido por la República Islámica desde su fundación en 1979. Aunque en un principio se habló de más de 100 muertos, este jueves el ministro de Interior rebajó la cifra de víctimas mortales a 84, alegando que en las listas de fallecidos había varios nombres repetidos. Eso sí, advirtió de que el balance mortal podría aumentar, ya que entre los más de 200 heridos que siguen hospitalizados hay varios en estado crítico.
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