La fotógrafa Isabel Steva, más conocida como Colita, ha fallecido la tarde de este domingo en Barcelona a los 83 años de edad a causa de una peritonitis, según han informado a EFE fuentes allegadas a la artista. Fue una figura destacada en el ámbito del fotoperiodismo y la vida cultural de Barcelona, y fue la gran retratista del Bocaccio, epicentro de la gauche divine, pero también de entornos totalmente marginales, como el que ocuparon los gitanos en el Somorrostro.
Llegó a la fotografía de la mano de una cámara que le regaló su padre y siempre defendió haber hecho lo que quería, pese a la voluntad de su padre de que fuera farmacéutica, como afirmaba hace dos años en esta entrevista. Pudo desarrollar su técnica de la mano de fotógrafos de la reputación de Oriol Maspons, Francesc Català-Roca, Leopoldo Pomés y Xavier Miserachs, con quien empezó a trabajar en 1961.
Por su mirada pasaron destacados personajes, entre ellos Gabriel García Márquez, Mario Vargas Llosa, Salvador Dalí, Joan Miró, Orson Welles, Rafael Alberti, Ana María Matute, Carmen Amaya, Antonio Gades, Joan Manuel Serrat, la Bella Dorita o los hermanos Terenci y Ana María Moix.
La primera de sus 40 exposiciones, patrocinada por Bocaccio y Oriol Regàs, apenas duró dos días al ser clausurada por la policía, una muestra de su visión social de la fotografía y de su ideología. Se consideraba “feminista y de izquierdas” y retrató acontecimientos como el encierro de Montserrat la muerte de Franco o las manifestaciones políticas y en defensa de la libertad.
Fruto de ese activismo político, en 2014 se negó a recoger el Premio Nacional de Fotografía alegando que el Ministerio de Cultura, Educación y Deporte, que concede el galardón, era responsable de que la cultura y la educación en España se encontrara en una situación de “pena, vergüenza y dolor de corazón”. Antes sí había recogido la Creu de Sant Jordi, aunque explicaba que ese galardón, el de más rango que concede la Generalitat, lo recogió porque lo entregaba Pasqual Maragall y que también lo hubiera rechazado si lo hubiera entregado Jordi Pujol. En 1998 el Ayuntamiento de Barcelona le impuso la Medalla al Mérito Artístico, junto a los también fotógrafos Oriol Maspons y Leopoldo Pomés.
Entre otras muchas distinciones, cuenta también con los Premios Primero de Mayo 2008 de las fundaciones Campalans y Comaposada, el Premio Especial del jurado de los Internacionales Terenci Moix (2011), la Medalla 2012 de Fomento de las Artes y del Diseño FAD o el Premio Piedad Isla 2013 de la Diputación de Palencia. El último lo recibió el pasado noviembre, cuando recogió el premio Oficio de Periodista que entrega el Colegio de Periodistas de Cataluña.
Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete
Babelia
Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO