“Hemos tomado nota, somos conscientes de que el año pasado hubo masificación y para la nueva edición lo vamos a solucionar”. El que habla con este periódico es Javier Arnaiz, director del festival madrileño Mad Cool, en la presentación en la capital la mañana de este lunes del cartel de 2024. Un elenco de bandas ambicioso, con un revival noventero, con variedad de géneros y la ausencia de música urbana. “Creemos que existen otros festivales dedicados exclusivamente al género urbano, así que nosotros no apostamos por ello”, dice el director.
Falta todavía al menos un grupo o músico potente por anunciar. “Estamos justo cerrándolo ahora. Está casi hecho. Si lo firmamos nuestros presupuesto para este año aumentará [unos 23 millones de euros en total]”, señala Arnaiz. El festival amplia una jornada (serán cuatro días: 10, 11, 12 y 13 de julio) y en el mismo recinto del año pasado, el polémico Iberdrola Music, en el distrito de Villaverde, sur de Madrid.
Seguramente los dos nombres que arrastran a más gente sean los de los estadounidenses Pearl Jam, únicos supervivientes con cartel del grunge noventero, y la inglesa Dua Lipa, reina del pop actual, algún peldaño por debajo de Taylor Swift y que ya actuó en 2022 en Primavera Sound Barcelona.
Además de Pearl Jam, existen en el cartel otras bandas que consiguieron relevancia en los años noventa, como The Smashing Pumpkins, Garbage, The Breeders o Tom Morello (guitarrista de Rage Against the Machine). Se aprecian muchas perlas en el cartel, músicos sin tanto tirón como los que cerrarán las jornadas, pero de un talento contrastado. Aquí podemos incluir a Nathaniel Rateliff, Janelle Monáe, Michael Kiwanuka, Soccer Mommy o Genesis Owusu. También merece un comentario la presencia de Avril Lavinge, una artista que nadie la echaría de menos en un festival, pero ya que está, produce empatía y, sí, nostalgia. Como es norma en el festival, apenas habrá presencia de bandas españolas.
Los nombres son importantes y ya están impresos en el cartel; ahora toca mejorar la logística. El director del festival es tajante: “Vamos a bajar el aforo, quitar dos escenarios, de ocho a seis; cambiar los baños… Se van a implantar mejoras. Cuando se inaugura un nuevo espacio siempre hay incidencias. Lo importante es que hemos tomado nota y vamos a mejorar. Tenemos claro que reduciendo aforo y cambiando los accesos se va a mejorar mucho”. El año pasado, el día que actuó Red Hot Chili Peppers, el ambiente era atosigante. Según cuenta Arnaiz, los ingenieros el año pasado permitieron un aforo de 70.000 personas, que eran las que había el día de los Chili Peppers. “Y efectivamente sí caben, pero no conviven bien, como se demostró. Vamos a reducir esa cifra. ¿Cuánto? Lo estamos estudiando en este momento”, señala.
En cuanto a los problemas con el Ayuntamiento de Getafe, colindante con el recinto, Arnaiz confía en que se solucionen: “Nos estamos reuniendo con ellos para entre todos buscar mejoras. Con el tema del ruido también estamos trabajando para que se minimice al máximo. Nosotros creemos que es el sitio idóneo para hacer Mad Cool, con ciertos cambios y mejoras, que estamos ya implantando. Vamos a anunciar los cambios en breve. Hay mucha gente de Villaverde y de Getafe que está a favor del festival, porque se activa económicamente la zona”.
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