Juan García-Gallardo desempeñó un papel secundario durante gran parte de la gala de los premios Goya de Valladolid tras buscar protagonismo en la previa. El vicepresidente de Castilla y León, de Vox, atacó al sector del cine en los días anteriores a la ceremonia llamando “señoritos” a los cineastas, a quienes acusó de vivir de las subvenciones. El alto cargo recibió alguna respuesta puntual durante la entrega de galardones hasta que, al final de la gala, Pedro Almodóvar, tótem internacional del cine español, cargó contra él: “Le voy a decir lo obvio: el dinero que los cineastas recibimos como anticipo lo devolvemos con creces al Estado”. Gallardo ha respondido en la mañana del domingo, vía Twitter, atacando al “consenso progre” y afirmando que “la cultura no es de la izquierda”.
El alto cargo autonómico escuchó impasible las palabras de Almodóvar, quien recibió una extensa ovación de los presentes en la Feria de Muestras vallisoletana. También aplaudió Alfonso Fernández Mañueco, su socio en la Junta por el PP, partido a quien ha señalado en un amplio hilo dominical de mensajes en redes sociales: “La cultura no es de la izquierda. El PP se la entregó, pero no es de ellos. Y dentro de la industria del cine hay mucha más gente de la que se piensa esperando un ensanchamiento del espacio cultural para que quepa todo el mundo”. Gallardo ha iniciado sus proclamas justificando su presencia en la cita al “deber de representación institucional” y a que “básicamente porque no me dio la gana regalarle ese espacio un año más al consenso progre”. Se trata de la primera edición de los Goya a la que acude un representante de Vox, si bien solo apareció él y no otros concejales vallisoletanos o cargos del Ejecutivo de Castilla y León.
El vicepresidente ha explicado la postura de su partido hacia la creación cultural con múltiples alusiones a las producciones nacionales y ciñendo su discurso a lo económico, pese a que Almodóvar incidió en el aporte monetario, directo e indirecto, del cine español: “Lo que pasa es que hay gente que llama ‘cultura’ a cualquier cosa. Hay películas que cuestan un dineral y no aportan nada: ni por entretenimiento ni por valor social”. El político ha pedido no comparar La sociedad de la nieve, triunfadora en esta edición, o Los Otros, “grandes películas de la industria del cine español” con títulos “que no ha ido a ver prácticamente nadie, que no aportan nada nuevo, pero que las hemos pagado entre todos”.
Este criterio puramente económico contrasta con las competencias que él ostenta como vicepresidente de Castilla y León, departamento que destina 1,2 millones de euros en gastos de personal para administrar 112.000 euros de presupuesto. El veterano actor José Sacristán se refirió veladamente a Gallardo cuando en un momento de la gala habló así: “Respondiendo a los comentarios de algún indocumentado, las películas, todas, forman parte del patrimonio cultural de este país, hayan gozado o no del favor del público”. El ministerio de Cultura estimó en 2021 que el sector audiovisual español aportaba el 0,71% del PIB y factura unos 8.400 millones de euros anuales, además de un impacto indirecto difícil de calcular.
El oscarizado director Pedro Almodóvar tomó la palabra casi al final de la ceremonia para referirse a García-Gallardo y sus comentarios. “Hace no muchas horas, un político que está presente en esta sala ha hablado de nosotros como de los señoritos que recogen las subvenciones para después hacer películas muy malas que no le interesan a nadie. Les está hablando uno de esos señoritos. Pues yo a este hombre le voy a decir lo obvio: el dinero que los cineastas recibimos como anticipo lo devolvemos con creces al Estado a través de nuestros impuestos y de la seguridad social. Además de crear miles de puestos de trabajo”, explicó el cineasta.
A los reproches de Almodóvar y Sacristán en la gala se unieron en los prolegómenos de la misma mensajes como el de Javier Calvo, copresentador del acto, citando una frase del fallecido activista LGTBI Pedro Zerolo: “En mi mundo usted sí cabe, pero yo en el suyo no”. El nombre de la noche, Juan Antonio Bayona, rehusó darle más difusión a ataques como el de Gallardo: “No hay que dar publicidad a comentarios tan poco interesantes porque enturbian el debate, lo que hay que pelear es por un debate serio”. La cineasta Isabel Coixet renegó de ser catalogada como “señorita” y destacó que todo lo que ha conseguido lo ha logrado con su esfuerzo: “Yo vengo de la clase trabajadora”. El actor Enric Auquer señaló que si Vox ha acudido por fin a la ceremonia, eso significa que debería dejar de llamar “subvencionado” al cine español.
El alto cargo de Vox ha admitido que el “criterio de la rentabilidad económica” no debe ser el único al valorar el apoyo a un proyecto cinematográfico, pero ha citado el corto 27 minutos sobre el asesinato de un guardia civil y de su pareja a manos de ETA en 1979. Gallardo expresa así que “hay películas deficitarias que merecen la pena o tienen una utilidad social”. Y ha añadido que “el cine es una herramienta de comunicación social y deben hacerse películas de todo tipo”, pero ha matizado que “hacer la enésima película sobre Franco o sobre no sé qué colectivo no creo que deba ser una prioridad, habiendo tantos temas y tantas historias desconocidas por el gran público”. El socio de Mañueco ha puesto como ejemplo de “cine independiente” la cinta España, la primera globalización, de José Luis López Linares.
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